Aunque pueda que sea verdad.

Números, letras, recuerdos, memorias.. tantas cosas que probablemente pasan por su cabeza y aún yo no soy una de ellas. Tal vez yo estoy mal acostumbrada a que ellos luchen por mi, sonará arrogante pero así a sido en estos últimos años; y ahora  estoy en una posición en la que no puedo hacer nada más que esperar. Me gusta, me gusta su forma de ser, su físico, sus ideales y me gusta la idea de quererlo. Pero, ¿esto será reciproco? Tal vez. Tal vez le gusto pero no entiendo porque no tiene esas ganas de verme así como las tengo yo. Se lo ocupado que está y si no me acostumbro desde ahorita, después podrá ser un conflicto. Pero es que  a mi me encantaría hablar todo el día con él, reírme con él… Pero, todo es muy complicado, no quiero hartarlo o sonar como si estuviera loca por el, aunque pueda que sea verdad.

Moscos.

Ya era de madrugada cuando me encontraba agitando mis manos en toda dirección posible. La agitaba para quitar ese zumbido que rondaba a mi alrededor y no ese zumbido de la conciencia que todos hemos experimentado alguna vez, sino el zumbido dos atroces criaturas, llamadas moscos. Su aleteo se podía escuchar  tan fuerte que me causaba escalofrío cada vez que pasaban por mi oreja. Angustiada y desesperada, no me quedó nada más que levantarme de un brinco y correr por el largo pasillo de mi hogar, corrí lo más rápido que mis pies pudieron y al llegar a la habitación de mi hermana, cerré la puerta tan fuerte que la ventana retumbó. Entre justo en el momento indicado, un segundo después y no lo hubiera logrado. El mosco se quedó afuera, esperando entrar, nunca lo logró. Yo dentro de la habitación segura, me decidí acostar y dormir, y así fue. A las 4:00am, al fín tenía la oportunidad de cerrar mis ojos y descansar como se debe.

¡Bravo!

Bien María! ¡Bravo!, acabas de arruinar tu verano por tus pendejadas!! Ya te aplaudiste? Eres una estúpida, como no pudiste pasar un examen que todas pasaron menos tu, idiota! ¿Estás contenta por lo que hiciste?, ahora ya no podrás ir a Misiones, con tus mejores amigas y con el niño que te gusta, ahora en vez de trabajar para llevarte dinero a Brasil, vas a tener que trabajar para pagar tu estúpido extraordinario. Si pensabas que solo era un examen más, pues no. No solo es un examen más y ya lo viste, te arruino todo tu verano. Que asco me das María. Todas tus amigas festejando que han terminado el año mas desagradables de sus vidas, y ¿adivina que? Tu sigues en ese año de mierda!! Si pensabas que hoy sería tu primer día de verano, pues estabas equivocada, aun te falta mucho. Cuando hagas el extra, ¿ya estarás feliz?, no lo creo, seguirás parada en tu miseria de vida y estarás trabajando para pagar tu extraordinario. La vida es así, vete acostumbrando. La vida es horrible, y siempre pierdes. Que asco de verano! Y juraba que lo iba a disfrutar, ja ¡Que ingenua! Odio todo, ODIO TODO.