Números,
letras, recuerdos, memorias.. tantas cosas que probablemente pasan por su
cabeza y aún yo no soy una de ellas. Tal vez yo estoy mal acostumbrada a que
ellos luchen por mi, sonará arrogante pero así a sido en estos últimos años; y
ahora estoy en una posición en la que no
puedo hacer nada más que esperar. Me gusta, me gusta su forma de ser, su
físico, sus ideales y me gusta la idea de quererlo. Pero, ¿esto será reciproco?
Tal vez. Tal vez le gusto pero no entiendo porque no tiene esas ganas de verme
así como las tengo yo. Se lo ocupado que está y si no me acostumbro desde
ahorita, después podrá ser un conflicto. Pero es que a mi me encantaría hablar todo el día con él,
reírme con él… Pero, todo es muy complicado, no quiero hartarlo o sonar como si
estuviera loca por el, aunque pueda que sea verdad.
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